Lunes 1 de Mayo de 2023

Lunes de la 4° Semana de Pascua

San José, obrero

1 de mayo

San José, obrero

Llenen la tierra y sométanla

Lectura del libro del Génesis 1, 26—2, 3

Dios dijo: «Hagamos al hombre a nuestra imagen, según nuestra semejanza; y que le estén sometidos los peces del mar y las aves del cielo, el ganado, las fieras de la tierra, y todos los animales que se arrastran por el suelo».

Y Dios creó al hombre a su imagen;
lo creó a imagen de Dios,
los creó varón y mujer.

Y los bendijo, diciéndoles: «Sean fecundos, multiplíquense, llenen la tierra y sométanla; dominen a los peces del mar, a las aves del cielo y a todos los vivientes que se mueven sobre la tierra». Y continuó diciendo: «Yo les doy todas las plantas que producen semilla sobre la tierra, y todos los árboles que dan frutos con semilla: ellos les servirán de alimento. Y a todas la fieras de la tierra, a todos los pájaros del cielo y a todos los vivientes que se arrastran por el suelo, les doy como alimento el pasto verde». Y así sucedió. Dios miró todo lo que había hecho, y vio que era muy bueno. Así hubo una tarde y una mañana: este fue el sexto día.

Así fueron terminados el cielo y la tierra, y todos los seres que hay en ellos.
El séptimo día, Dios concluyó la obra que había hecho, y cesó de hacer la obra que había emprendido. Dios bendijo el séptimo día y lo consagró, porque en él cesó de hacer la obra que había creado.

Palabra de Dios.


O bien:

Cualquiera sea el trabajo de ustedes,
háganlo de todo corazón,
teniendo en cuenta que es para el Señor
y no para los hombres

Lectura de la carta del Apóstol san Pablo
a los cristianos de Colosas

3, 14-15. 17. 23-24

Hermanos:
Revístanse del amor, que es el vínculo de la perfección.
Que la paz de Cristo reine en sus corazones: esa paz a la que han sido llamados, porque formamos un solo Cuerpo. Y vivan en la acción de gracias.
Todo lo que puedan decir o realizar, háganlo siempre en Nombre del Señor Jesús, dando gracias por Él a Dios Padre.
Cualquiera que sea su trabajo, háganlo de todo corazón, teniendo en cuenta que es para el Señor y no para los hombres. Sepan que el Señor los recompensará, haciéndolos sus herederos. Ustedes sirven a Cristo, el Señor.

Palabra de Dios.


SALMO RESPONSORIAL 89, 2-4. 12-14. 16

R. ¡El Señor haga prosperar la obra de nuestras manos!

Antes que fueran engendradas las montañas,
antes que nacieran la tierra y el mundo,
desde siempre y para siempre,
Tú eres Dios. R.

Tú haces que los hombres vuelvan al polvo,
con sólo decirles: «Vuelvan, seres humanos».
Porque mil años son ante tus ojos
como el día de ayer, que ya pasó,
como una vigilia de la noche. R.

Enséñanos a calcular nuestros años
para que nuestro corazón alcance la sabiduría.
¡Vuélvete, Señor! ¿Hasta cuándo…?
Ten compasión de tus servidores. R.

Sácianos enseguida con tu amor,
y cantaremos felices toda nuestra vida.
Que tu obra se manifieste a tus servidores,
y que tu esplendor esté sobre tus hijos. R.


ALELUIA Sal 67, 20

Aleluia.
¡Bendito sea el Señor, el Dios de nuestra salvación!
El carga con nosotros día tras día.
Aleluia.

EVANGELIO

¿No es este el hijo del carpintero?

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo
según san Mateo


13, 54-58

Al llegar a su pueblo, Jesús se puso a enseñar a la gente en la sinagoga, de tal manera, que todos estaban maravillados.
«¿De dónde le vienen –decían– esta sabiduría y ese poder de hacer milagros? ¿No es este el hijo del carpintero? ¿Su madre no es la que llaman María? ¿Y no son parientes suyos Santiago, José, Simón y Judas? ¿Y acaso no viven entre nosotros todas sus parientas? ¿De dónde le vendrá todo esto?»
Y Jesús era para ellos un motivo de escándalo. Entonces les dijo: «Un profeta es despreciado solamente en su pueblo y en su familia».
Y no hizo allí muchos milagros, a causa de la falta de fe de esa gente.

Palabra del Señor.




O de la feria:

También a los paganos ha concedido Dios el don
de la conversión que conduce a la vida

Lectura de los Hechos de los Apóstoles 11, 1-18

Los Apóstoles y los hermanos de Judea se enteraron de que también los paganos habían recibido la Palabra de Dios. Y cuando Pedro regresó a Jerusalén, los creyentes de origen judío lo interpelaron, diciéndole: «¿Cómo entraste en la casa de gente no judía y comiste con ellos?»
Pedro comenzó a contarles detalladamente lo que había sucedido: «Yo estaba orando en la ciudad de Jope, cuando caí en éxtasis y tuve una visión. Vi que bajaba del cielo algo parecido a un gran mantel, sostenido de sus cuatro puntas, que vino hasta mí. Lo miré atentamente y vi que había en él cuadrúpedos, animales salvajes, reptiles y aves.
Y oí una voz que me dijo: “Vamos, Pedro, mata y come”. “De ninguna manera, Señor, respondí, yo nunca he comido nada manchado ni impuro”. Por segunda vez, oí la voz del cielo que me dijo: “No consideres manchado lo que Dios purificó”. Esto se repitió tres veces, y luego, todo fue llevado otra vez al cielo.
En ese momento, se presentaron en la casa donde estábamos tres hombres que habían sido enviados desde Cesarea para buscarme. El Espíritu Santo me ordenó que fuera con ellos sin dudar. Me acompañaron también los seis hermanos aquí presentes y llegamos a la casa de aquel hombre. Este nos contó en qué forma se le había aparecido un ángel, diciéndole: “Envía a alguien a Jope, a buscar a Simón, llamado Pedro. Él te anunciará un mensaje de salvación para ti y para toda tu familia”.
Apenas comencé a hablar, el Espíritu Santo descendió sobre ellos, como lo hizo al principio sobre nosotros. Me acordé entonces de la Palabra del Señor: “Juan bautizó con agua, pero ustedes serán bautizados en el Espíritu Santo’. Por lo tanto, si Dios les dio a ellos la misma gracia que a nosotros, por haber creído en el Señor Jesucristo, ¿cómo podía yo oponerme a Dios?» Después de escuchar estas palabras, se tranquilizaron y alabaron a Dios, diciendo: «También a los paganos ha concedido Dios el don de la conversión que conduce a la Vida».

Palabra de Dios.


SALMO RESPONSORIAL 41, 2-3; 42, 3-4

R. ¡Mi alma tiene sed de ti, Dios viviente!

O bien:

Aleluia.

Como la cierva sedienta busca las corrientes de agua,
así mi alma suspira por ti, mi Dios.
Mi alma tiene sed de Dios, del Dios viviente:
¿Cuándo iré a contemplar el rostro de Dios? R.

Envíame tu luz y tu verdad:
que ellas me encaminen
y me guíen a tu santa montaña,
hasta el lugar donde habitas. R.

Y llegaré al altar de Dios,
el Dios que es la alegría de mi vida;
y te daré gracias con la cítara,
Señor, Dios mío. R.


ALELUIA Jn 10, 14

Aleluia.
«Yo soy el bues Pastor:
conozco a mis ovejas, y mis ovejas me conocen a mí»,
dice el Señor.
Aleluia.

EVANGELIO

Yo soy la puerta de las ovejas

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo
según san Juan


10, 1-10

Jesús dijo a los fariseos:
«Les aseguro que el que no entra por la puerta en el corral de las ovejas, sino trepando por otro lado, es un ladrón y un asaltante. El que entra por la puerta es el pastor de las ovejas. El guardián le abre y las ovejas escuchan su voz. Él llama a cada una por nombre y las hace salir. Cuando ha sacado a todas las suyas, va delante de ellas y las ovejas lo siguen, porque conocen su voz. Nunca seguirán a un extraño, sino que huirán de él, porque no conocen su voz».
Jesús les hizo esta comparación, pero ellos no comprendieron lo que les quería decir.

Entonces Jesús prosiguió:
«Les aseguro
que yo soy la puerta de las ovejas.
Todos aquellos que han venido antes de mí
son ladrones y asaltantes,
pero las ovejas no los han escuchado.
Yo soy la puerta.
El que entra por mí se salvará;
podrá entrar y salir,
y encontrará su alimento.
El ladrón no viene
sino para robar, matar y destruir.
Pero Yo he venido
para que las ovejas tengan Vida,
y la tengan en abundancia».

Palabra del Señor.


O bien, en el Año A, cuando este Evangelio se ha leído en el domingo precedente, puede leerse el siguiente Evangelio.


EVANGELIO

El buen Pastor da su vida por las ovejas

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo
según san Juan


10, 11-18

Jesús dijo a los fariseos:
«Yo soy el buen Pastor.
El buen Pastor da su vida por las ovejas.
El asalariado, en cambio, que no es el pastor
y al que pertenecen las ovejas,
cuando ve venir al lobo
las abandona y huye,
y el lobo las arrebata y las dispersa.
Como es asalariado,
no se preocupa por las ovejas.

Yo soy el buen Pastor:
conozco a mis ovejas,
y mis ovejas me conocen a mí
-como el Padre me conoce a mí
y Yo conozco al Padre-
y doy mi vida por las ovejas.

Tengo, además, otras ovejas
que no son de este corral
y a las que debo también conducir:
ellas oirán mi voz,
y así habrá un solo rebaño
y un solo Pastor.

El Padre me ama
porque Yo doy mi vida
para recobrarla.
Nadie me la quita,
sino que la doy por mí mismo.
Tengo el poder de darla
y de recobrarla:
éste es el mandato que recibí de mi Padre».

Palabra del Señor.



En la arquidiócesis de Resistencia:
SAN JOSÉ OBRERO, Patrono de la arquidiócesis: solemnidad.

Llenen la tierra y sométanla

Lectura del libro del Génesis 1, 26—2, 3

Dios dijo: «Hagamos al hombre a nuestra imagen, según nuestra semejanza; y que le estén sometidos los peces del mar y las aves del cielo, el ganado, las fieras de la tierra, y todos los animales que se arrastran por el suelo».

Y Dios creó al hombre a su imagen;
lo creó a imagen de Dios,
los creó varón y mujer.

Y los bendijo, diciéndoles: «Sean fecundos, multiplíquense, llenen la tierra y sométanla; dominen a los peces del mar, a las aves del cielo y a todos los vivientes que se mueven sobre la tierra». Y continuó diciendo: «Yo les doy todas las plantas que producen semilla sobre la tierra, y todos los árboles que dan frutos con semilla: ellos les servirán de alimento. Y a todas la fieras de la tierra, a todos los pájaros del cielo y a todos los vivientes que se arrastran por el suelo, les doy como alimento el pasto verde». Y así sucedió. Dios miró todo lo que había hecho, y vio que era muy bueno. Así hubo una tarde y una mañana: este fue el sexto día.

Así fueron terminados el cielo y la tierra, y todos los seres que hay en ellos.
El séptimo día, Dios concluyó la obra que había hecho, y cesó de hacer la obra que había emprendido. Dios bendijo el séptimo día y lo consagró, porque en él cesó de hacer la obra que había creado.

Palabra de Dios.


SALMO RESPONSORIAL 89, 2-4. 12-14. 16

R. ¡El Señor haga prosperar la obra de nuestras manos!

Antes que fueran engendradas las montañas,
antes que nacieran la tierra y el mundo,
desde siempre y para siempre,
Tú eres Dios. R.

Tú haces que los hombres vuelvan al polvo,
con sólo decirles: «Vuelvan, seres humanos».
Porque mil años son ante tus ojos
como el día de ayer, que ya pasó,
como una vigilia de la noche. R.

Enséñanos a calcular nuestros años
para que nuestro corazón alcance la sabiduría.
¡Vuélvete, Señor! ¿Hasta cuándo…?
Ten compasión de tus servidores. R.

Sácianos enseguida con tu amor,
y cantaremos felices toda nuestra vida.
Que tu obra se manifieste a tus servidores,
y que tu esplendor esté sobre tus hijos. R.


Cualquiera sea el trabajo de ustedes,
háganlo de todo corazón,
teniendo en cuenta que es para el Señor
y no para los hombres

Lectura de la carta del Apóstol san Pablo
a los cristianos de Colosas

3, 14-15. 17. 23-24

Hermanos:
Revístanse del amor, que es el vínculo de la perfección.
Que la paz de Cristo reine en sus corazones: esa paz a la que han sido llamados, porque formamos un solo Cuerpo. Y vivan en la acción de gracias.
Todo lo que puedan decir o realizar, háganlo siempre en Nombre del Señor Jesús, dando gracias por Él a Dios Padre.
Cualquiera que sea su trabajo, háganlo de todo corazón, teniendo en cuenta que es para el Señor y no para los hombres. Sepan que el Señor los recompensará, haciéndolos sus herederos. Ustedes sirven a Cristo, el Señor.

Palabra de Dios.


ALELUIA Sal 67, 20

Aleluia.
¡Bendito sea el Señor, el Dios de nuestra salvación!
El carga con nosotros día tras día.
Aleluia.

EVANGELIO

¿No es este el hijo del carpintero?

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo
según san Mateo


13, 54-58

Al llegar a su pueblo, Jesús se puso a enseñar a la gente en la sinagoga, de tal manera, que todos estaban maravillados.
«¿De dónde le vienen –decían– esta sabiduría y ese poder de hacer milagros? ¿No es este el hijo del carpintero? ¿Su madre no es la que llaman María? ¿Y no son parientes suyos Santiago, José, Simón y Judas? ¿Y acaso no viven entre nosotros todas sus parientas? ¿De dónde le vendrá todo esto?»
Y Jesús era para ellos un motivo de escándalo. Entonces les dijo: «Un profeta es despreciado solamente en su pueblo y en su familia».
Y no hizo allí muchos milagros, a causa de la falta de fe de esa gente.

Palabra del Señor.




En la diócesis de Rafaela:
SAN JOSÉ OBRERO, Patrono de la arquidiócesis: solemnidad.
Todo como en la arquidiócesis de Resistencia.

En la diócesis de Añatuya:
SAN JOSÉ OBRERO, Patrono secundario de la diócesis: memoria obligatoria.

En la diócesis de San Martín:
SAN JOSÉ OBRERO, Patrono secundario de la diócesis: memoria obligatoria.

En la diócesis de Villa María:
SAN JOSÉ OBRERO, Patrono secundario de la diócesis: memoria obligatoria.




Parroquia San Patricio, Mercedes, Buenos Aires
Calle 12 462 - (CP: B6600HTJ)
Tel: (54)-2324-43-3202