Jueves 15 de Septiembre de 2022

Jueves de la 24° Semana durante el año

Bienaventurada Virgen María de los Dolores


Misa:

de la memoria. Lecturas propias optativas (El Evangelio es propio de la memoria).

15 de septiembre

Nuestra Señora de los Dolores

Memoria

Aprendió qué significa obedecer
y llegó a ser causa de salvación eterna

Lectura de la carta a los Hebreos 5, 7-9

Hermanos:
Cristo dirigió durante su vida terrena súplicas y plegarias, con fuertes gritos y lágrimas, a Aquél que podía salvarlo de la muerte, y fue escuchado por su humilde sumisión. Y, aunque era Hijo de Dios, aprendió por medio de sus propios sufrimientos qué significa obedecer. De este modo, Él alcanzó la perfección y llegó a ser causa de salvación eterna para todos los que le obedecen.

Palabra de Dios.


SALMO RESPONSORIAL 30, 2-6. 15-16. 20

R. ¡Sálvame, Señor, por tu misericordia!

Yo me refugio en ti, Señor,
¡que nunca me vea defraudado!
Líbrame, por tu justicia;
inclina tu oído hacia mí y ven pronto a socorrerme. R.

Sé para mí una roca protectora,
un baluarte donde me encuentre a salvo,
porque Tú eres mi Roca y mi baluarte:
por tu Nombre, guíame y condúceme. R.

Sácame de la red que me han tendido,
porque Tú eres mi refugio.
Yo pongo mi vida en tus manos:
Tú me rescatarás, Señor, Dios fiel. R.

Pero yo confío en ti, Señor, y te digo:
«Tú eres mi Dios, mi destino está en tus manos».
Líbrame del poder de mis enemigos
y de aquellos que me persiguen. R.

¡Qué grande es tu bondad, Señor!
Tú la reservas para tus fieles;
y la brindas a los que se refugian en ti,
en la presencia de todos. R.




o de la feria:

Esto es lo que predicamos, y esto es lo que ustedes han creído

Lectura de la primera carta del Apóstol san Pablo
a los cristianos de Corinto

15, 1-11

Hermanos:
Les recuerdo la Buena Noticia que yo les he predicado, que ustedes han recibido y a la cual permanecen fieles. Por ella son salvados, si la conservan tal como yo se la anuncié; de lo contrario, habrán creído en vano.
Les he trasmitido en primer lugar, lo que yo mismo recibí: Cristo murió por nuestros pecados, conforme a la Escritura. Fue sepultado y resucitó al tercer día, de acuerdo con la Escritura. Se apareció a Cefas y después a los Doce. Luego se apareció a más de quinientos hermanos al mismo tiempo, la mayor parte de los cuales vive aún, y algunos han muerto. Además, se apareció a Santiago y a todos los Apóstoles. Por último, se me apareció también a mí, que soy como el fruto de un aborto.
Porque yo soy el último de los Apóstoles, y ni siquiera merezco ser llamado Apóstol, ya que he perseguido a la Iglesia de Dios. Pero por la gracia de Dios soy lo que soy, y su gracia no fue estéril en mí, sino que yo he trabajado más que todos ellos, aunque no he sido yo, sino la gracia de Dios que está conmigo. En resumen, tanto ellos como yo, predicamos lo mismo, y esto es lo que ustedes han creído.

Palabra de Dios.


SALMO RESPONSORIAL 117, 1-2. 16-17. 28

R. ¡Den gracias al Señor, porque es bueno!

O bien:

Aleluia.

¡Den gracias al Señor, porque es bueno,
porque es eterno su amor!
Que lo diga el pueblo de Israel:
¡es eterno su amor! R.

La mano del Señor es sublime,
la mano del Señor hace proezas.
No, no moriré:
viviré para publicar lo que hizo el Señor. R.

Tú eres mi Dios, y yo te doy gracias;
Dios mío, yo te glorifico. R.


SECUENCIA (optativa)

Se encontraba la Madre dolorosa
junto a la cruz, llorando,
en que el Hijo moría, suspendido.

Con el alma dolida y suspirando,
sumida en la tristeza,
que traspasa el acero de una espada.

Qué afligida y qué triste se encontraba,
de pie aquella bendita
Madre del Hijo único de Dios.

Cuánto se dolía y padecía
esa piadosa Madre,
contemplando las penas de su Hijo.

¿A qué hombre no va a hacer llorar,
el mirar a la Madre de Cristo
en un suplicio tan tremendo?

¿Quién es el que podrá no entristecerse
de contemplar tan sólo a esta Madre
que sufre con su Hijo?

Ella vio a Jesús en los tormentos,
sometido al flagelo,
por cargar los pecados de su pueblo.

Y vio cómo muriendo abandonado,
aquél, su dulce Hijo,
entregaba su espíritu a los hombres.

Madre, fuente de amor,
que yo sienta tu dolor,
para que llore contigo.

Que arda mi corazón
en el amor de Cristo, mi Dios,
para que pueda agradarle.

Madre santa,
imprime fuertemente en mi corazón
las llagas de Jesús crucificado.

Que yo pueda compartir
las penas de tu Hijo,
que tanto padeció por mí.

Que pueda llorar contigo,
condoliéndome de Cristo
todo el tiempo de mi vida.

Quiero estar a tu lado
y asociarme a ti en el llanto,
junto a la cruz de tu Hijo.

Virgen, la más santa de las vírgenes,
no seas dura conmigo:
que siempre llore contigo.

Que pueda morir con Cristo
y participar de su pasión,
reviviendo sus dolores.

Hiéreme con sus heridas,
embriágame con la sangre
por él derramada en la cruz.

Para que no arda eternamente
defiéndeme, Virgen,
en el día del Juicio.

Jesús, en la hora final,
concédeme, por tu madre,
la palma de la victoria.

Cuando llegue mi muerte, yo te pido,
oh Cristo, por tu madre,
alcanzar la victoria eterna.


ALELUIA

Aleluia.
¡Feliz de ti, santa María Virgen,
porque, sin morir, has merecido la palma del martirio,
junto a la cruz del Señor!
Aleluia.

EVANGELIO

Cuánto se dolía y padecía esa piadosa Madre,
contemplando las penas de su Hijo

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo
según san Juan


19, 25-27

Junto a la cruz de Jesús, estaba su madre y la hermana de su madre, María, mujer de Cleofás, y María Magdalena.
Al ver a la madre y cerca de ella al discípulo a quien Él amaba, Jesús le dijo: «Mujer, aquí tienes a tu Hijo». Luego dijo al discípulo: «Aquí tienes a tu madre». Y desde aquella hora, el discípulo la recibió como suya.

Palabra del Señor.




O bien:

A ti misma una espada te atravesará el corazón

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo
según san Lucas


2, 33-35

Cuando llevaron al niño Jesús para presentarlo en el templo, su padre y su madre estaban admirados por lo que oían decir de Él.
Simeón, después de bendecirlos, dijo a María, la madre: «Este niño será causa de caída y de elevación para muchos en Israel; será signo de contradicción, y a ti misma una espada te atravesará el corazón. Así se manifestarán claramente los pensamientos íntimos de muchos».

Palabra del Señor.



En la arquidiócesis de Salta:
EL SEÑOR DEL MILAGRO: solemnidad.

15 de septiembre

El Señor del Milagro

Solemnidad


Yo pondré mis ojos sobre ellos para su bien

Lectura del libro del profeta Jeremías 24, 4-5a. 6-7

La palabra del Señor me llegó en estos términos:
Así habla el Señor, Dios de Israel: «Yo pondré mis ojos sobre ellos para su bien, y los haré volver a este país; los edificaré y no los demoleré, los plantaré y no los arrancaré.
Les daré un corazón para que me conozcan a mí, que soy el Señor ; ellos serán mi Pueblo y Yo seré su Dios, porque volverán a mí de todo corazón».

Palabra de Dios.


SALMO RESPONSORIAL 104, 1-8

R. Señor, nosotros somos tuyos y Tú eres nuestro.

¡Den gracias al Señor, invoquen su Nombre,
hagan conocer entre los pueblos sus proezas;
canten al Señor con instrumentos musicales,
pregonen todas sus maravillas! R.

¡Gloríense en su santo Nombre,
alégrense los que buscan al Señor!
Recurran al Señor y a su poder,
busquen constantemente su rostro. R.

Recuerden las maravillas que él obró,
sus portentos y los juicios de su boca
Descendientes de Abraham, su servidor,
hijos de Jacob, su elegido. R.

El Señor es nuestro Dios,
en toda la tierra rigen sus decretos.
Él se acuerda eternamente de su alianza,
de la palabra que dio por mil generaciones. R.


Cristo crucificado, fuerza y sabiduría de Dios

Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo
a los cristianos de Corinto

1, 17-25

Hermanos:
Cristo no me envió a bautizar, sino a anunciar la Buena Noticia, y esto sin recurrir a la elocuencia humana, para que la cruz de Cristo no pierda su eficacia.
El mensaje de la cruz es una locura para los que se pierden, pero para los que se salvan -para nosotros- es fuerza de Dios. Porque está escrito: Destruiré la sabiduría de los sabios y rechazaré la ciencia de los inteligentes. ¿Dónde está el sabio? ¿Dónde el hombre culto? ¿Dónde el razonador sutil de este mundo? ¿Acaso Dios no ha demostrado que la sabiduría del mundo es una necedad? En efecto, ya que el mundo, con su sabiduría, no reconoció a Dios en las obras que manifiestan su sabiduría, Dios quiso salvar a los que creen por la locura de la predicación. Mientras los judíos piden milagros y los griegos van en busca de sabiduría, nosotros, en cambio, predicamos a un Cristo crucificado, escándalo para los judíos y locura para los paganos, pero fuerza y sabiduría de Dios para los que han sido llamados, tanto judíos como griegos. Porque la locura de Dios es más sabia que la sabiduría de los hombres, y la debilidad de Dios es más fuerte que la fortaleza de los hombres.

Palabra de Dios.


ALELUIA Sal 115, 18-19

Aleluia.
Cumpliré mis votos al Señor,
en presencia de todo su pueblo,
en los atrios de la casa del Señor,
en medio de ti, Jerusalén.
Aleluia.

EVANGELIO

Cuando yo sea levantado en alto sobre la tierra,
atraeré a todos hacia mí

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo
según san Juan


12, 23-36a

Jesús dijo:
«Ha llegado la hora
en que el Hijo del hombre va a ser glorificado.
Les aseguro que
si el grano de trigo que cae en la tierra no muere,
queda solo;
pero si muere,
da mucho fruto.
El que tiene apego a su vida la perderá;
y el que no está apegado a su vida en este mundo,
la conservará para la Vida eterna.
El que quiera servirme
que me siga,
y donde yo esté, estará también mi servidor.
El que quiera servirme, será honrado por mi Padre.
Mi alma ahora está turbada,
¿Y qué diré:
“Padre, líbrame de esta hora”?
¡Sí para eso he llegado a esta hora!
¡Padre, glorifica tu Nombre!»
Entonces se oyó una voz del cielo: «Ya lo he glorificado y lo volveré a glorificar».
La multitud que estaba presente y oyó estas palabras, pensaba que era un trueno. Otros decían: «Le ha hablado un ángel».
Jesús respondió: «Esta voz no se oyó por mí, sino por ustedes.
Ahora ha llegado el juicio de este mundo,
ahora el Príncipe de este mundo será arrojado afuera;
y cuando Yo sea levantado en alto sobre la tierra,
atraeré a todos hacia mí».
Jesús decía esto para indicar cómo iba a morir.
La multitud le respondió: «Sabemos por la Ley que el Mesías permanecerá para siempre. ¿Cómo puedes decir: “Es necesario que el Hijo del hombre sea levantado en alto?” ¿Quién es ese Hijo del hombre?»
Jesús les respondió:
«La luz está todavía entre ustedes,
pero por poco tiempo.
Caminen mientras tengan la luz,
no sea que las tinieblas los sorprendan:
porque el que camina en tinieblas no sabe a dónde va.
Mientras tengan luz,
crean en la luz
y serán hijos de la luz».

Palabra del Señor.




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