Jueves 30 de Septiembre de 2021

Jueves de la 26° Semana durante el año

San Jerónimo, presbítero y doctor de la Iglesia

Esdras abrió el Libro de la Ley y bendijo al Señor,
y todo el pueblo respondió «Amén, amén»

Lectura del libro de Nehemías 8, 1-4a. 5-6. 7b-12

Todo el pueblo se reunió como un solo hombre en la plaza que está ante la puerta del Agua. Entonces dijeron a Esdras, el escriba, que trajera el libro de la Ley de Moisés, que el Señor había dado a Israel. El sacerdote Esdras trajo la Ley ante la Asamblea, compuesta por los hombres, las mujeres y por todos los que podían entender lo que se leía. Era el primer día del séptimo mes. Luego, desde el alba hasta promediar el día, leyó el libro en la plaza que está ante la puerta del Agua, en presencia de los hombres, de las mujeres y de todos los que podían entender. Y todo el pueblo seguía con atención la lectura del Libro de la Ley.
Esdras, el escriba, estaba de pie sobre una tarima de madera que habían hecho para esa ocasión. Abrió el libro a la vista de todo el pueblo –porque estaba más alto que todos– y cuando lo abrió, todo el pueblo se puso de pie. Esdras bendijo al Señor, el Dios grande, y todo el pueblo, levantando las manos, respondió: «¡Amén! ¡Amén!» Luego se inclinaron y se postraron delante del Señor con el rostro en tierra.
Los levitas exponían la Ley al pueblo, que se mantenía en sus puestos. Ellos leían el Libro de la Ley de Dios, con claridad, e interpretando el sentido, de manera que se comprendió la lectura.
Entonces Nehemías, el gobernador, Esdras, el sacerdote escriba, y los levitas que instruían al pueblo, dijeron a todo el pueblo: «Este es un día consagrado al Señor, su Dios: no estén tristes ni lloren». Porque todo el pueblo lloraba al oír las palabras de la Ley.
Después añadió: «Ya pueden retirarse; coman bien, beban un buen vino y manden una porción al que no tiene nada preparado, porque este es un día consagrado a nuestro Señor. No estén tristes, porque la alegría en el Señor es la fortaleza de ustedes».
Y los levitas serenaban al pueblo, diciendo: «¡Tranquilícense! Este día es santo: no estén tristes».
Todo el pueblo se fue a comer y a beber, a repartir porciones y a hacer grandes festejos, porque habían comprendido las palabras que les habían enseñado.

Palabra de Dios.


SALMO RESPONSORIAL 18, 8-11

R. La ley del Señor alegra el corazón.

La ley del Señor es perfecta,
reconforta el alma;
el testimonio del Señor es verdadero,
da sabiduría al simple. R.

Los preceptos del Señor son rectos,
alegran el corazón;
los mandamientos del Señor son claros,
iluminan los ojos. R.

La palabra del Señor es pura,
permanece para siempre;
los juicios del Señor son la verdad,
enteramente justos. R.

Son más atrayentes que el oro,
que el oro más fino;
más dulces que la miel,
más que el jugo del panal. R.


ALELUIA Mc 1, 15

Aleluia.
El Reino de Dios está cerca.
Conviértanse y crean en la Buena Noticia.
Aleluia.

EVANGELIO

Esa paz reposará sobre él

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo
según san Lucas


10, 1-12

El Señor designó a otros setenta y dos, además de los Doce, y los envió de dos en dos para que lo precedieran en todas las ciudades y sitios adonde Él debía ir.
Y les dijo: «La cosecha es abundante, pero los trabajadores son pocos. Rueguen al dueño de los sembrados que envíe trabajadores para la cosecha. ¡Vayan! Yo los envío como a ovejas en medio de lobos. No lleven dinero, ni provisiones, ni calzado, y no se detengan a saludar a nadie por el camino.
Al entrar en una casa, digan primero: “¡Que descienda la paz sobre esta casa!” Y si hay allí alguien digno de recibirla, esa paz reposará sobre él; de lo contrario, volverá a ustedes. Permanezcan en esa misma casa, comiendo y bebiendo de lo que haya, porque el que trabaja merece su salario.
No vayan de casa en casa. En las ciudades donde entren y sean recibidos, coman lo que les sirvan; sanen a sus enfermos y digan a la gente: “El Reino de Dios está cerca de ustedes”. Pero en todas las ciudades donde entren y no los reciban, salgan a las plazas y digan: “¡Hasta el polvo de esta ciudad que se ha adherido a nuestros pies, lo sacudimos sobre ustedes! Sepan, sin embargo, que el Reino de Dios está cerca”.
Les aseguro que en aquel Día, Sodoma será tratada menos rigurosamente que esa ciudad».

Palabra del Señor.


30 de septiembre

San Jerónimo
presbítero y doctor de la Iglesia

Memoria


En la diócesis de Azul:
Aniversario de la Dedicación de la iglesia catedral. En ésta: solemnidad. En las demás iglesias de la diócesis: fiesta.

En las cudades de Córdoba y Santa Fe:
SAN JERÓNIMO, Patrono de las ciudades de Córdoba y Santa Fe
En la iglesias de ambas ciudades: solemnidad.


Tuve por nada las riquezas en comparación con la Sabiduría

Lectura del libro de la Sabiduría
7, 7-10. 15-16

Oré, y me fue dada la prudencia,
supliqué, y descendió sobre mí el espíritu de la Sabiduría.
La preferí a los cetros y a los tronos,
y tuve por nada las riquezas en comparación con ella.
No la igualé a la piedra más preciosa,
porque todo el oro, comparado con ella, es un poco de arena;
y la plata, a su lado, será considerada como barro.
La amé más que a la salud y a la hermosura,
y la quise más que a la luz del día,
porque su resplandor no tiene ocaso.

Que Dios me conceda hablar con inteligencia,
y que mis pensamientos sean dignos de los dones recibidos,
porque Él mismo es el guía de la Sabiduría
y el que dirige a los sabios.
En sus manos estamos nosotros y nuestras palabras,
y también todo el saber y la destreza para obrar.

Palabra de Dios.


SALMO RESPONSORIAL 118, 9-14

R. ¡Enséñame, Señor, tus preceptos!

¿Cómo un joven llevará una vida honesta?
Cumpliendo tus palabras.
Yo te busco de todo corazón:
no permitas que me aparte de tus mandamientos. R.

Conservo tu palabra en mi corazón,
para no pecar contra ti.
Tú eres bendito, Señor:
enséñame tus preceptos. R.

Yo proclamo con mis labios
todos los juicios de tu boca.
Me alegro de cumplir tus prescripciones,
más que de todas las riquezas. R.


Toda la Escritura está inspirada por Dios
y es útil para enseñar

Lectura de la segunda carta del Apóstol san Pablo
a Timoteo

3, 14-17

Querido hijo:
Permanece fiel a la doctrina que aprendiste y de la que estás plenamente convencido: tú sabes de quiénes la has recibido. Recuerda que desde la niñez conoces las Sagradas Escrituras: ellas pueden darte la sabiduría que conduce a la salvación, mediante la fe en Cristo Jesús. Toda la Escritura está inspirada por Dios, y es útil para enseñar y para argüir, para corregir y para educar en la justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto y esté preparado para hacer siempre el bien.

Palabra de Dios.


ALELUIA Cf. Hech 16, 14b

Aleluia.
Señor, toca nuestro corazón,
para que aceptemos las palabras de tu Hijo.
Aleluia.

EVANGELIO

Lo nuevo y lo viejo

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo
según san Mateo


13, 47-52

Jesús dijo a la multitud:
«El Reino de los Cielos se parece a una red que se echa al mar y recoge toda clase de peces. Cuando está llena, los pescadores la sacan a la orilla y, sentándose, recogen lo bueno en canastas y tiran lo que no sirve. Así sucederá al fin del mundo: vendrán los ángeles y separarán a los malos de entre los justos, para arrojarlos en el horno ardiente. Allí habrá llanto y rechinar de dientes.
¿Comprendieron todo esto?»
«Sí», le respondieron.
Entonces agregó: «Todo escriba convertido en discípulo del Reino de los Cielos se parece a un dueño de casa que saca de sus reservas lo nuevo y lo viejo».

Palabra del Señor.





En las provincias civiles de Córdoba y Santa Fe
(arquidiócesis de Córdoba, Rosario y Santa Fe de la Vera Cruz; diócesis de Cruz del Eje, Río Cuarto, San Francisco, Villa María, Rafaela, Reconquista y Venado Tuerto; prelatura de Deán Funes):
SAN JERÓNIMO, Patrono de las provincias de Córdoba y Santa Fe.
En la iglesias de las diócesis mencionadas, fuera de las ciudades de Córdoba capital y Santa Fe capital: fiesta.



Tuve por nada las riquezas en comparación con la Sabiduría

Lectura del libro de la Sabiduría
7, 7-10. 15-16

Oré, y me fue dada la prudencia,
supliqué, y descendió sobre mí el espíritu de la Sabiduría.
La preferí a los cetros y a los tronos,
y tuve por nada las riquezas en comparación con ella.
No la igualé a la piedra más preciosa,
porque todo el oro, comparado con ella, es un poco de arena;
y la plata, a su lado, será considerada como barro.
La amé más que a la salud y a la hermosura,
y la quise más que a la luz del día,
porque su resplandor no tiene ocaso.

Que Dios me conceda hablar con inteligencia,
y que mis pensamientos sean dignos de los dones recibidos,
porque Él mismo es el guía de la Sabiduría
y el que dirige a los sabios.
En sus manos estamos nosotros y nuestras palabras,
y también todo el saber y la destreza para obrar.

Palabra de Dios.


O bien:


Toda la Escritura está inspirada por Dios
y es útil para enseñar

Lectura de la segunda carta del Apóstol san Pablo
a Timoteo

3, 14-17

Querido hijo:
Permanece fiel a la doctrina que aprendiste y de la que estás plenamente convencido: tú sabes de quiénes la has recibido. Recuerda que desde la niñez conoces las Sagradas Escrituras: ellas pueden darte la sabiduría que conduce a la salvación, mediante la fe en Cristo Jesús. Toda la Escritura está inspirada por Dios, y es útil para enseñar y para argüir, para corregir y para educar en la justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto y esté preparado para hacer siempre el bien.

Palabra de Dios.


SALMO RESPONSORIAL 118, 9-14

R. ¡Enséñame, Señor, tus preceptos!

¿Cómo un joven llevará una vida honesta?
Cumpliendo tus palabras.
Yo te busco de todo corazón:
no permitas que me aparte de tus mandamientos. R.

Conservo tu palabra en mi corazón,
para no pecar contra ti.
Tú eres bendito, Señor:
enséñame tus preceptos. R.

Yo proclamo con mis labios
todos los juicios de tu boca.
Me alegro de cumplir tus prescripciones,
más que de todas las riquezas. R.


ALELUIA Cf. Hech 16, 14b

Aleluia.
Señor, toca nuestro corazón,
para que aceptemos las palabras de tu Hijo.
Aleluia.

EVANGELIO

Lo nuevo y lo viejo

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo
según san Mateo


13, 47-52

Jesús dijo a la multitud:
«El Reino de los Cielos se parece a una red que se echa al mar y recoge toda clase de peces. Cuando está llena, los pescadores la sacan a la orilla y, sentándose, recogen lo bueno en canastas y tiran lo que no sirve. Así sucederá al fin del mundo: vendrán los ángeles y separarán a los malos de entre los justos, para arrojarlos en el horno ardiente. Allí habrá llanto y rechinar de dientes.
¿Comprendieron todo esto?»
«Sí», le respondieron.
Entonces agregó: «Todo escriba convertido en discípulo del Reino de los Cielos se parece a un dueño de casa que saca de sus reservas lo nuevo y lo viejo».

Palabra del Señor.




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